Cada 21 de junio, coincidiendo con el solsticio de verano en el Hemisferio norte, el día más largo del año, las organizaciones ecologistas celebran el Día Internacional del Sol con el objetivo de promocionar y apoyar las fuentes de energía renovable. Sus beneficios no solo se vinculan al equilibrio planetario o a nuestro equilibrio físico; sino que también influye en nuestra salud y puede movernos espiritual y emocionalmente.
Mejora nuestra salud
Tomando las precauciones adecuadas es factible sacarle partido a las horas que dedicas a tomar el sol. A continuación detallamos 10 de los muchos beneficios que el ‘astro rey’ tiene para nuestra salud:
- Propiedades terapéuticas en algunas enfermedades dermatológicas por su efecto antinflamatorio.
- Promotor de la epitelización y de la circulación.
- Psoriasis: la exposición al sol por un periodo muy corto de tiempo, 10 minutos basta, promueve la cicatrización de las lesiones. Lo mismo sucede en algunas dermatitis.
- Ayuda al organismo para la generación de vitamina D. La piel al recibir las radiaciones ultravioletas genera vitamina D, esta será metabolizada en los riñones para transformase en su forma activa y de esta manera contribuir con la absorción y deposito de calcio en los huesos. Además la vitamina D es fundamental para la mineralización de los huesos y de los dientes.
- Ayuda a prevenir y controlar el acné.
- Más defensas para nuestro cuerpo ya que aumenta el número de glóbulos blancos en sus dos líneas, neutrófilos y linfocitos.
- Metaboliza el colesterol y nos ayuda a rebajarlo.
- Presión arterial: al dilatarse las arterias disminuye la cantidad de sangre concentrada en los órganos. Esto baja la presión arterial, lo que es ideal para los hipertensos.
- Los rayos ultravioleta regulan la producción de melatonina, hormona que ayuda a definir los ciclos de sueño. La luz solar reduce sus niveles, lo que ayuda a sentirse más despierto.
- Beneficio para nuestro estado de ánimo ya que promueve la síntesis de la serotonina, una sustancia relacionada con el bienestar.
Pero no todo es de color de rosa…..
porque, así como nos brinda calor, abrigo y como hemos visto varios beneficios para la salud, la exposición constante e indiscriminada al sol también puede ser causante de enfermedades y lesiones principalmente dermatológicas, empezando desde una irritación leve de la piel, un envejecimiento prematuro debido a destrucción del colágeno y generando un mayor riesgo de tumores cutáneos en especial los melanomas.
Sin embargo, existen medidas bastante buenas y obvias que podemos tomar para evitar las temibles consecuencias de la exposición al sol, como evitar ciertas horas del día en las que el sol es más fuerte, tiempo de exposición y el uso de protectores solares adecuados y de forma periódica, lo que ayudará a mitigar sus efectos negativos.